17 julio 2016

Gogol Bordello en La Riviera

14 de julio del 2016


Más de cinco años después vuelvo a encontrarme a Gogol Bordello, en el mismo sitio, misma hora. Son muchos los grupos que ver. Son muchas las músicas que disfrutar. Pero un concierto de esta panda tan peculiar y divertida siempre es un seguro, incluso cuando no se les ha seguido tan de cerca como hubiera gustado.

Me quedé en aquella gira del 2010 de presentación del Tanscontinental Hustle, donde el Pala Tute o My Companjera eran los principales himnos. Desde entonces, estos temas no han hecho más que impregnarse en la escena Gypsy Punk, no pasando de moda y elevando tus pies y tu cuerpo hasta posiciones inesperadas. Ya sabéis, ritmos gitanos de nuestra querida Europa del Este que sacan nuestras raíces peninsulares a relucir, porque la relación entre el folclore español y este frenesí tiene más de una nota en común.

A la hora exacta aparecieron los miembros habituales del grupo, como era de esperar, sin descanso. Con una puesta en escena sencilla y con un fondo que recordaba la portada del Underdog World Strike del 2005, los Bordello querían apuntar directamente a la tristeza y al racismo cultural con su mezcla de ritmos, de letras pegadizas llenas de estribillos bailongos, convirtiendo a la Riviera, una vez más, en una fiesta.






Dos horas duró el bolo donde Wonderlust King, Inmigrant Punk, Dogs were barking o Not a Crime encadenaron pasos de baile, gritos, aullidos, manos en alto y cánticos llenos de igualdad, fraternidad y libertad. Como premonitores de lo que estaba por llegar.

Violines, guitarras, bombos, cajas, acordeones, voces...todas al servicio de las raíces más puras de la Europa de siempre. Otra forma de expresar ese sentimiento de unidad que es el que nos hace fuertes, y el que hoy más que nunca parece debilitarse y derivar en un sinsentido. La actualidad vista a través de bigotes, camisas de rayas abiertas por la mitad y pantalones piratas conjuntados con calcetines de colores. Y vino. Mucho vino.

En una Riviera al setenta por cierto de su capacidad, a la salida los autobuses rugían para que Gogol Bordello continuara con su gira europea sin respiro. Ojalá traigan lo que muchos pudimos ver y compartir este 14 de julio fatídico en Madrid.

Just to thank you one more time, for everything you've done...

Alcohol.