31 de enero de 2015
La música siempre ha sido un
medio para la revolución. Se ha utilizado a lo largo de la historia como
herramienta, como arma, contra aquello que el autor consideraba injusto. Notas
de sublevación y de inconformismo, algunas atemporales, con las que muchos nos
seguimos viendo reflejados.
La solidaridad y el premio al
altruista han sido algunos de los temas comunes que han servido para cantar por
un mundo un poco mejor. Un lugar donde, por mucho que creamos avanzado, sigue
habiendo motivos para luchar y unirnos por un mismo objetivo. En este caso, la
esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Una enfermedad cruel de causa aún
desconocida y donde la investigación jugará un rol muy importante.
En este marco de apoyo a una
causa noble, el Palacio de los Deportes se plagó de estrellas nacionales de
todas las épocas y estilos que vibraron junto con el numeroso público
congregado clamando por la inversión en investigación con himnos tarareados,
cantados, gritados. El Lichis, Siniestro Total, Rulo y La Contrabanda, Sôber,
Los Enemigos, Burning, Quique González y Lapido, Miguel Campello, El Gran
Wyoming y Última Experiencia, Miguel Ríos, Víctor Manuel, M-Clan, Rosendo,
Amaral, Cuco Pérez y Luis Delgado. Rock, heavy, pop, cantautores, folclore.
Todo ello dirigido por un maestro de ceremonias cuya risa y energía nos
contagia y alegra cada mañana en Radio 3 (Ángel Carmona).
El setlist era muy esperable. Por la gran cantidad de artistas, los
músicos tuvieron dos-tres canciones, por lo que tiraron de lo más conocido de
su repertorio para participar en este evento solidario cuyos fondos se
destinarán a un proyecto europeo de investigación para saber más sobre la ELA. El
sonido, amén de algún error mínimo, estuvo genial, muy propio del Palacio. Y
entre banda y banda, vídeos, información sobre la ELA y alguna que otra
aparición estelar.
El foco hoy no estaba en la
música, sino en el mensaje. Y para terminar de rematarlo, Carlos Matallanas, un
enfermo de ELA, subió al escenario con unos carteles (la enfermedad ha
paralizado los músculos de su boca y no puede hablar) para compartir ese
momento con todos, lanzando un mensaje positivo y de lucha contra el enemigo.
Minutos muy emocionantes y emotivos. Tremendos. Javier, hermano de Carlos y
organizador del evento, también tuvo palabras de agradecimiento a los
asistentes y músicos reunidos. Y un doctor. Un profesional dedicado
exclusivamente a derrotar a la ELA y cercano a la jubilación, expresó la
necesidad de investigar, investigar, investigar para tener el conocimiento que
nos permita estar en mejores condiciones para erradicar esta espantosa
enfermedad.
Fue un encuentro emotivo,
canalizado a través de la música, y que acabó con un Agradecido de Rosendo que
retumbó como nunca. Un empujón más. Un paso adelante. Un grito de rabia. Un
peso sobre los hombros con manta alrededor para levantar las manos lo más alto
posible.
Un aquí estamos.
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