28 enero 2013

Noche de tambores en la Sala Caracol

26 de enero de 2013

Tambores. Y no precisamente lejanos. Más cerca de lo que uno pudiera pensar. Tanto, que era en la propia sala Caracol, lugar habitual de los conciertos más variopintos y cuya agenda siempre merece la pena ojear. Eso sí, cuidado con la publicidad de la página web, que puede llevar a engaño y siempre lo acaba pagando quien no lo tiene que hacer. Así funciona esto. 

Tras un día donde el Sol (sí, en mayúsculas) radiaba la ciudad de Madrid, Aluche incluido, y Lavapies por defecto, se planteaba una opción que rápido adquirió a un servidor como adepto: noche de batucada, baile y desenfreno. Con unos murcianos arrancando motores y unos carabancheleros terminando de incendiarlos. Sinceramente, podía dar pereza el hecho de pensar en más de tres horas de bombos sin platillos, pero esa sensación rápido se convirtió en complicidad con las bandas. 

Yimawa subió al escenario con los puños en alto clamando el poder de la mujer. Alrededor de la decena de chicas, descalzas, que pusieron en pandereta a todo el garito. Temas rodeados de voces, bailes sensuales y por supuesto percusión. Que hicieron las delicias del público allí reunido que poco a poco iba abarrotando las primeras filas de la sala. Filas que se cedieron a la banda para que el bis tuviera lugar allí, junto al público, al más puro estilo WOMAD. Y que los asistentes agradecieron con bailoteos alrededor. 

Estrela do Sul empezó a poner de manifiesto que el Festival Itinerante de Música Brasileña no sólo iba a dejar al tambor por estrella (aunque lo fuera). Con un par de miembros prestados, la guitarra y el bajo eléctrico aparecieron en escena para darle ese toque rockero a la noche. Unos ritmos frescos y divertidos que dieron un puntito diferente que cayó como agua de mayo.



Con descansos lo suficientemente largos como para hacerse con una bebida (pongámoslo en cursiva, para no ofender demasiado), faltaban por entrar los Zumbalé Batucada. Con una puesta en escena sencilla pero efectiva, esta banda con el tambor como arma arrojadiza se hizo rápido con las riendas de la Caracol. A base de guitarras, de reivindicaciones, de voces y de ritmos que mezclaban el ska, la música brasileira, el rock y sí, hasta el heavy. Porque quizá el batería de Iron Maiden tenga la capacidad de hacer él solo sonar tanta caja a la vez, pero el resultado de esta banda fue genial. 

Pasando de lo más tradicional hasta la mezcla con el hip hop, llegando a versionar a los propios Rage Against the Machine. Así transcurrieron los minutos (u horas, poco consciente fui esta vez de la unidad tiempo) hasta culminar en una fiera descarga de adrenalina que acabó por rematar una noche que empezaba. 

Una suerte que este festival itinerante parara por Madrid un día como el sábado, donde además del Sol, también había nubes que a veces, sin ser consciente, uno mismo pone allí. Sin saber muy bien por qué. Sin explicación alguna. 

Ale. A reproducir a estos grupos y a aporrear la mesa más cercana. 

1 comentarios:

Anónimo dijo...

me hubiera molado estar en este concierto

Corrale´s girl