08 noviembre 2009

Love of Lesbian en la Riviera

07/11/2009

Tras inicios titubeantes en lengua "no cristiana", Love of Lesbian (LOL) demostraron en la Riviera por qué se han convertido en, probablemente, los principales exponentes del indie español. "A pesar del Atlético de Madrid - Real Madrid; del concierto en pararelo de Vetusta Morla y de la crisis económica", palabras textuales de Santi, su cantante, LOL llenó la Riviera de poppies y de algún que otro intruso con careta y sin ella.

Antes de lo esperado para algunos (Atrápalo no hizo buena gestión en la venta de entradas), LOL empezaron a ritmo de Allí donde solíamos gritar (1999, álbum que les ha traído a Madrid y a otros lugares del país). Pero rápido se saltaron el protocolo en este tipo de giras y pasaron a sus temas más...más...siderales, fugaces, boreales, astroconocidos, cool y otros adjetivos de la jerga típica del sector (que sigo aprendiendo): Universos Infinitos, Noches Reversibles, Domingo Astromántico, Me amo o Un día en el parque. Aunque no faltaron 1999, Club de fans de John Boy y otros temas del último disco, sin duda fueron, como siempre, los clásicos los que más se dejaron oír entre el público.





Técnicamente, el concierto fue bueno. El sonido no tanto; los instrumentos se comían unos a otros y, en ocasiones, más bien había que intuir las notas. Sin embargo, todo eso quedaba inundado, no sólo por incendios de nieve, sino por la intensidad y la buena sintonía banda - público. Con varios cambios de vestimenta según el momento, se puede decir que fue un concierto, sobe todo, divertido.

Para alguien out del panorama indie, que acertaría apenas un par de canciones del estilo poppie en el Music Challenge del caralibro, el espectáculo de LOL se manifiesta como recomendable. Y más si se tiene en cuenta el fiestón que montaron al final. Con Algunas plantas en mp3, todos los componentes del gupo, incluido Carlos Cross (el telonero al que no pude ver gracias al cambio de horario no avisado por Atrápalo), se adentraron en la marabunta de público para saltar y terminar de agotarse. Ambiente perfecto para irse de fiesta. O simplemente, para tomar dos cervezas con alguien especial en un sitio insonorizado. Fue, con mayúsculas, un sábado astrorromántico. Otro más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El domingo es Astromántico ;D

Sweet Dreams dijo...

¡Gracias por la corrección y por leer la crónica!

Y sí...espero el jamón.

Saludos y hasta otra.