24 marzo 2009

Singstar

18/03/09

Aunque con retraso, no podía dejar pasar por alto un concierto que, por divertido, espontáneo, burbujeante y gratuito no podía dejar de comentar en el blog.

Las cosas claras desde el principio: dos equipos (Los Santos, de azul; Mojamuto, de rojo); dos micrófonos; DVD's de todas clases (españoles de los 80 y actuales, rock, pop, rap) y un único objetivo: ser el menos malo cantando (ah, y alcohol).

A priori, las fuerzas estaban igualadas. Había equilibrio vocal, bucal, de peso, de altura...pero la balanza pronto se decantó para el lado de Los Santos. Sin duda, Victor, cantante de Gafes del Oficio, se dejó notar a cada canción que le tocaba, la conociera o no; la cantara o no. El tío vale. No hubo cohones a ganarle.

En el resto de Los Santos, Zuri daba el cante. El tío movía la cabeza como nadie, pero eso no lo nota el micro...eso es vivir la música: tanto, que ni le salían las palabras. Carolina y Fátima daban el toque dulce cuando Ella Baila Sola se asomaba al televisor; Camilo y Olga o al verrés, cual Pimpinela, daban la clase al azulado equipo.


Los rojos lo intentaron manipulando la elección de canciones, ya que la burbuja amandarinada tenía el poder...de poco les valió. Manu y Coco intentaron redhotchilear, pero de poco valió. Matías gallinear, pero MarAdentro le superó. Fany aprovecharse de su murmullo singstarnero, forjado en mil y una horas de juego. David, Julia y Paco, dar la sopresa. Y Frankie la dio, marcándose un Rompeolas bestial. Sin embargo, la historia se repite, y siguen sin reconocer la derrota.

Al "sonido" de uiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii y de uooooooooooooooooooooooo, también se jugó a "la barra que se movía arriba y abajo". Acojonante.

Siempre es difícil sorprender en un cumpleaños, sobre todo si no te gustan las sorpresas. Pero, ¿quién podía imaginar que el día 18 se convirtiera en 20? Esa noche jugaste con el tiempo por mí. Gracias una vez más. Gracias a todos. El globo negro pal barbas.

20 marzo 2009

Le Punk en la sala Sol

17/03/2009

Desde que conocí hará unos meses la existencia de Le Punk, he deseado verles en concierto. Sus ritmos, sus letras y su combinación de sonidos (blues, ska, rock, tango, jazz) me llamaron mucho la atención desde el primer acorde de Joe que escuché y la primera palabra de Alfredo que me aprendí.

Se dice que empezar por los últimos discos de un grupo es un error. Yo, a diferencia de lo convencional, he ido de adelante hacia atrás. Mátame, el disco que ha servido de excusa para verles en directo, es genial. Es divertido. Es rock. Pero rock sucio, de ese que se echa de menos. Ese que hace que se piense en fulanas, en sirenas, en cobardes...o en chuchos, como en discos anteriores. Tienes toques de ska, pero sólo la parte divertida. En lo demás no tiene nada que ver. Es música mucho más elaborada, letras más profundas y, por supuesto, con más clase.

La sala Sol estaba llena. Ni el apuntador cogía, oiga. Incondicionales de siempre (se iniciaron a finales de los 90). Incondicionales de ahora (¡presente!). Cantando himnos pasados (Así me va, Canalla) y presentes (Partisanos). Le dieron un buen repaso al disco nuevo, aunque eché en falta La Canción del Cobarde y Sirena Desafinada. El grupo genial: Joe y el patillas, geniales a la guitarra y al bajo; la sección de vientos (saxo, trompeta y trombón), muy divertidos. Nacho, sobrio y cumplidor. Y Alfredo apasionado a la vez que carismático y entregado a la causa.




No es fácil encontrar un grupo que no imite a nadie ni a nada. Que no siga una pose basada en estándares; en tópicos típicos tropicales troncales. Ellos son Le Punk. Son ellos. Sin más. Y eso se nota.

Muy apetecible volver a un concierto de Le Punk. Me lo imagino en verano, a cielo abierto, en una gran fiesta. Serían la guinda perfecta. Eso sí, bien acompañado, mejor. Aunque...ser canalla yo elegí. Por eso tengo un póster robado de Le Punk en mi habitación. Todavía está pegajoso. Como un gorrino en celo. Gracias, pelazanahorias amandarinada.

09 marzo 2009

Los de Abajo

08/03/09

Esos días de resaca. Con la boca como alpargata. Todo ruido molesta. Gustaría levantarse, abrir las ventanas y escuchar cantos de sirena, aunque sean desafinados, que hagan que amanecer tenga sentido un domingo por la mañana.

"Dormir contigo al sol en sábado" es suficiente para que dos días y medio merezcan la pena. Un kilo y medio de lacasitos justifican un abrazo y que los vecinos de abajo te despierten entre notas de música provocan sonrisas y, dependiendo de la situación, lágrimas.

Fui testigo inesperado del que quizás haya sido el mejor concierto gratuito al que he ido en mi vida. Quizás por invisible; quizás por improvisado; quizás por quién me abrió las puertas para permitir que cada hondada de aire transportara sensaciones clásicas y medievales, en forma de cuerdas y de viento.

Flauta, guitarra, violín, piano...y la maqueta de Madrid se volvió música. Los de Abajo transformaron un dolor de cabeza en burbujas y aspereza de boca en regaliz. Gracias por, de forma inconsciente, poner música a los primeros rayos de sol primaverales.


A Los de Abajo. Y a ti.