31 julio 2008
04 julio 2008
Complujazz '08
02/07/08
Nunca he sido de escuchar jazz. Siempre me ha parecido una música encajonada, selecta, culta, atada a mucho protocolo, apta para unos pocos y seria, muy seria. Demasiado para tratarse de música.
Todos estos prejucicios míos se observaron en el primer concierto de la noche, a manos de Amelia Bernet Quartet. Quizás porque Amelia no es un bellezón, ni siquiera encontré el toque sensual que suele acompañar a estas actuaciones. Cierto es que sólo vi los últimos 15 minutos de este concierto, pero se supone que el final es lo más heavy, ¿no? Pues no. O eso es lo que espero, porque hora y media con ese malestar sobre el escenario...En fin. Era gratis.
Sin embargo, hubiera bienpagado por el segundo concierto, a manos de Hiromi's SonicBloom (en el eMule: Hiromi Uehara). Sobre el escenario no había reglas. Sólo desparpajo al frente del bajo, de la batería y especialmente del piano y de la guitarra. Compenetración absoluta. Parecía que cada uno hacía la guerra por su cuenta, pero cuando tenían que encontrarse, siempre buscaban el hueco en su particular melodía. Simplemente sublime.
Hiromi, o la Jerry Lee femenina, es impresionante. No le hacía falta fuego para encender las cuerdas del piano. Ni para encender nuestras almas tampoco. A veces, uno siente ganas de joder a estos artistas. Hacen que el tiempo pase tan deprisa que parece que te arrebatan la vida. Qué hora y media. Qué cinco minutos.
Así es. También fue gratis. Viva la madre que te parió, Hiromi.
Nunca he sido de escuchar jazz. Siempre me ha parecido una música encajonada, selecta, culta, atada a mucho protocolo, apta para unos pocos y seria, muy seria. Demasiado para tratarse de música.
Todos estos prejucicios míos se observaron en el primer concierto de la noche, a manos de Amelia Bernet Quartet. Quizás porque Amelia no es un bellezón, ni siquiera encontré el toque sensual que suele acompañar a estas actuaciones. Cierto es que sólo vi los últimos 15 minutos de este concierto, pero se supone que el final es lo más heavy, ¿no? Pues no. O eso es lo que espero, porque hora y media con ese malestar sobre el escenario...En fin. Era gratis.
Sin embargo, hubiera bienpagado por el segundo concierto, a manos de Hiromi's SonicBloom (en el eMule: Hiromi Uehara). Sobre el escenario no había reglas. Sólo desparpajo al frente del bajo, de la batería y especialmente del piano y de la guitarra. Compenetración absoluta. Parecía que cada uno hacía la guerra por su cuenta, pero cuando tenían que encontrarse, siempre buscaban el hueco en su particular melodía. Simplemente sublime.
Hiromi, o la Jerry Lee femenina, es impresionante. No le hacía falta fuego para encender las cuerdas del piano. Ni para encender nuestras almas tampoco. A veces, uno siente ganas de joder a estos artistas. Hacen que el tiempo pase tan deprisa que parece que te arrebatan la vida. Qué hora y media. Qué cinco minutos.
Así es. También fue gratis. Viva la madre que te parió, Hiromi.